jueves, 12 de mayo de 2016

¿Cómo saber si mis alumnos están aprendiendo para la vida?


Cuando era niña, sufría mucho cuando llegaban la época de las evaluaciones, porque en su mayoría requerían memorizar información y dar la respuesta exacta. ¿Cuántos se identifican conmigo?
La forma de evaluación ha cambiado porque ahora buscamos que el aprendizaje sea significativo. Esto implica que el alumno le encuentre sentido a lo que aprende, relacionándolo con su medio y busque aplicarlo.  No es que debamos dejar a un lado la parte memorística también es importante para ejercitar el almacenamiento de la información.  
Al momento de estructurar la evaluación debemos buscar que las preguntas permitan al alumno responder con sus propias palabras y que pueda indicar como aplicará lo aprendido por ejemplo: Estudio de casos.  
Una maestra de la universidad siempre nos decía una frase “Los seres humanos tenemos un abanico de posibilidades”.  Lo mismo es para los maestros en la actualidad porque no necesariamente una evaluación tiene que ser de lápiz y papel, con series de preguntas.   Se puede pensar un proyecto que los alumnos realicen para el final de unidad, en el que se involucren diferentes materias, un ensayo, portafolio, mesa redonda, debate y otros que se pueden adaptar. Se pueden realizar escalas de rango, listas de cotejo, rubricas y otros instrumentos que colocando los aspectos que deseamos evaluar nos serán muy útiles.  Considero que el romper los paradigmas tradicionales de evaluación permitirá que alumnos que se ven limitados por las evaluaciones escritas desarrollen su potencial.  
En lo personal tuve la oportunidad de vivir una forma diferente de evaluación en el papel de alumna. En la Universidad en donde me forme profesionalmente se ha distinguido por dar libertad a los maestros para llevar el proceso de evaluación. Lo que más me gusta es que te reta a llevar a la práctica lo que has aprendido.  

Para reflexionar ¿Cuál es el objetivo de una evaluación? Mi primera respuesta sería “saber si mis alumnos están aprendiendo”, me quedaría pensando y luego diría “Saber si la forma en que estoy enseñando está logrando que mis alumnos aprendan  y es la adecuada según sus necesidades”.


Una vez mi prima estaba estudiando para sus evaluaciones y le hizo una pregunta a mi mamá. Ella no pudo responderla y mi prima le dijo “No estudiaste para la vida”.  

¿Cómo maestros estamos logrando que nuestros alumnos “Aprendan para la vida”?   Les dejo una frase que me ha inspirado mucho en mi labor docente. 




Para asesoría educativa, escuelas para padres puedes comunicarte conmigo al correo arbarreraruiz@gmail.com.  
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